La composta es un abono natural de calidad superior que se obtiene a base de desechos orgánicos. Esta “tierra fértil” emerge a partir de un proceso que se llama compostaje, proceso en el cual microorganismos descomponen la materia orgánica hasta generar el abono. La composta ayuda a mejorar el medioambiente y a enriquecer los cultivos.
Tomar la decisión de hacer composta casera es un muy buen paso hacia la construcción de un ambiente sostenible. Continúa leyendo para descubrir cómo hacerlo.
Pasos a seguir para hacer composta casera
Aunque existen diversos tipos de compostaje, el más recomendable para principiantes es el compostaje frío. Este proceso consiste en recolectar materiales orgánicos de nuestra basura cotidiana, así como también hojas y otros desechos orgánicos del jardín, y juntarlos en un contenedor. Compostar es muy sencillo y muy gratificante al mismo tiempo.
La elección del contenedor para el compostaje dependerá del espacio y los recursos disponibles. En un jardín, la composta puede hacerse directamente sobre la tierra y sin ninguna barrera lateral. Las personas que prefieren delimitar la compostera o que tienen un espacio reducido, pueden utilizar malla, palets o bloques de cemento para generar las paredes de la compostera.
Para quienes viven en un apartamento o no disponen de un jardín, es posible realizar composta en un balde o botella de plástico de 5 litros. Sí: el hecho de no tener tierra disponible ya no es una excusa. Tú también puedes aportar al medio ambiente, y a las plantas en macetas de tu hogar, gracias al reciclado de tus desechos orgánicos.
Una vez que instales la compostera, debes agrupar los materiales que residirán en ella. Es importante mencionar que no todo material orgánico es apropiado para este proceso. Esta lista te ayudará a orientarte:
- Materiales a incluir en la compostera: restos de frutas y verduras, raíces, troncos, bolsitas de té, café molido, cáscaras de huevo y de frutos secos, papel, cartón, césped, aserrín, plantas, flores, paja, algodón
- Materiales que NO se deben incluir en la compostera: carne, cenizas de carbón, plástico, aluminio, huesos, excremento de animales
Una composta casera bien balanceada debe tener una combinación de tres factores: elementos marrones (como hojas secas, aserrín, ramas, troncos); elementos verdes (como restos de frutas, verduras, café, té, hierbas); y agua, ya que muy poca hidratación hará que la composta se vuelva muy seca y demasiada agua hará que se inunde y no prospere.
Al iniciar la composta, debes armar una base de aproximadamente 30 centímetros de alto con elementos marrones y debes humedecerla. Luego, una capa de 15 centímetros de alto de elementos verdes y también debes humedecer. Continúa alternando capas semana a semana, día a día. Recuerda que es un proceso lento y que no es obligatorio ni necesario completar una capa en un solo día.
Voltea la composta una vez por semana. Progresivamente notarás que aumenta su temperatura. Esto significa que los microorganismos están trabajando en la descomposición. Cada vez que realices el proceso de mezcla presta atención a los materiales y recuerda que los verdes y los marrones deben estar balanceados. Con el paso del tiempo descubrirás que toda la mezcla se va transformando en un marrón oscuro brillante: esto significa que la composta está naciendo.
Por lo general, la composta casera tarda entre tres y cinco meses en estar lista para usar como abono. Esto puede variar según el clima de tu localidad, los residuos que hayas utilizado y la atención que dediques a tu composta. Cuando empieza a emerger la tierra marrón oscura brillante, asegúrate de almacenarla en costales y de guardarlos en un lugar seco hasta el momento de su utilización para fertilizar tu huerto o las plantas de tus macetas.
Ahora que has aprendido lo sencillo que es transformar tus desechos orgánicos en abono, anímate a hacer una composta casera para poder regresarle a la tierra algunos de sus nutrientes.